Laura no está
Hoy toca...
"Lola" (The Kinks)
Ayer vi a Laura. Estaba cruzando la Gran Vía unos pasos delante de mí, por eso no me vio. Yo tampoco corrí para alcanzarla. Estaba igual que la recordaba. Quizás tenía el pelo más largo.
Laura era mi "gran amiga" en el instituto. Digo "gran amiga" con ironía expresa, porque hacía al menos cinco años que no la veía. Podría ser que incluso hiciera más tiempo... Ni una llamada, ni una carta, ni un email. La prueba está en que ni siquiera tengo su número de móvil o su dirección de correo electrónico. ¡Cuando éramos "amigas" aún no teníamos!
Con dieciséis años parecía casi que no pudiéramos vivir la una sin la otra. Pero fue acabar el instituto y esa dependencia murió. Se acabaron las llamadas. Dejamos de existir la una para la otra.
El otro día podía haber acelerado y atraparla, interesarme por ella. ¿Qué ha sido de tu vida?, ¿has acabado la carrera ya? ¿como está...Jose se llamaba, ¿no? Pero no me apetecía. Durante el segundo y medio que observé su espalda y su andar decidido me cansé sólo de pensar en esta conversación.
No tenía ganas de pasar tres minutos (estoy segura que no habrían sido más) intercambiando frases de compromiso y poniéndola al día de los últimos años de mi vida. Sencillamente, no.
¡A ver si quedamos algún día!Sí, seguro...
"Lola" (The Kinks)
Ayer vi a Laura. Estaba cruzando la Gran Vía unos pasos delante de mí, por eso no me vio. Yo tampoco corrí para alcanzarla. Estaba igual que la recordaba. Quizás tenía el pelo más largo.
Laura era mi "gran amiga" en el instituto. Digo "gran amiga" con ironía expresa, porque hacía al menos cinco años que no la veía. Podría ser que incluso hiciera más tiempo... Ni una llamada, ni una carta, ni un email. La prueba está en que ni siquiera tengo su número de móvil o su dirección de correo electrónico. ¡Cuando éramos "amigas" aún no teníamos!
Con dieciséis años parecía casi que no pudiéramos vivir la una sin la otra. Pero fue acabar el instituto y esa dependencia murió. Se acabaron las llamadas. Dejamos de existir la una para la otra.
El otro día podía haber acelerado y atraparla, interesarme por ella. ¿Qué ha sido de tu vida?, ¿has acabado la carrera ya? ¿como está...Jose se llamaba, ¿no? Pero no me apetecía. Durante el segundo y medio que observé su espalda y su andar decidido me cansé sólo de pensar en esta conversación.
No tenía ganas de pasar tres minutos (estoy segura que no habrían sido más) intercambiando frases de compromiso y poniéndola al día de los últimos años de mi vida. Sencillamente, no.
¡A ver si quedamos algún día!
2 comentarios
holly -
marquinho -